miércoles, 19 de enero de 2011

Coincidencias

Tu mirada asfixiante arranca mi piel,

igual que hojas secas prontas a caerse.

Solamente sueños que el murmullo trae

a mis manos como cenizas en el aire.



Los gusanos del tiempo recorren tu cuerpo,

besando cada centímetro que olvide tocar.

Cuando el reloj se detenga, la luna caerá

sobre tu pecho en un sueño profundo.



El vaho cubre algunas de mis heridas

y empaña los besos posados en tus ojos

como Ángeles que se aman a escondidas,

en espejos soñolientos, casi muertos.



Una noche terrible asecha distante,

afila sus garras para penetrarnos

y poder manchar su follaje oscuro

con el viento que nos ha seguido.



Ha parado el reloj y nos alejamos,

este sueño se ha salido de control.

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