La noche me trae placeres,
olvida tu cuerpo y lloro, lloro,
¡lloro! lágrimas que te buscan
y no te encuentran conmigo.
No estas en el espejo del mar,
arranque mi piel, busqué en la
[sangre,
y, note un cabello, no era tuyo;
me fumo un beso y anhelo dos,
creo que estoy enloqueciendo.
Mis labios están cocidos con tu
[nombre,
sus palabras se escondieron,
no sé si van contigo o temen,
de esta locura que causas,
huyen de herirse sin tu llegada.
Voy camino al descanso,
mis ojos cerraron temprano,
ya no ven el sol, no tengo ojos;
un verano, la tarde, el humo,
este camino, sin recorrer, sin ti.
viernes, 24 de octubre de 2008
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