Confeción a la Luna.

Escondido en mi choza de sueños y de locura, trato de pensar el por qué no la tengo, la razón del por qué es inalcanzable. Mi amor, mi pasión, mi mente y mi poesía, hoy la envuelven por completo, como ayer y como seguramente será mañana.No importa, ese amor es imposible, imposible que ella, la Luna, por la distancia y su incomprensión, me bese, me quiera, me comprenda del todo.

Esa Luna, que solo en las noches la veo, que solo unos instantes platico con ella, y pocas veces me entiende y la entiendo a ella. Me fascina el deducir su estado de ánimo, puesto que cuando completa esta, en todo su esplendor, lo mejor de ella reluce y al deslumbrarme con toda su belleza, con toda su perfección, me nace adularla, decirle lo mucho que me apasiona y lo demasiado que siento por ella. Cuando los problemas tratan de opacarla y solo muestra media cara, es porque tiene otras cosas que pensar, y yo, le ayudo lo más que puedo. Definitivamente tiene etapas donde yo desaparezco de su mundo, donde ella visita lugares donde solo hay paso permitido para ella, como la extraño en esos días.Aquellos versos, aquellas palabras, y todos los sentimientos y canciones que le dedico, son de amor y de incomprensión, pues estoy loco de amor e inmensamente incomprendido por ella.

¡¿Es así como sufrimos por amor?! Y aun me falta más, pero no me importa, solo la quiero a ella, conmigo, con sus labios y palabras, con sus brazos y caderas, con su luz e oscuridad, con su pronunciada e infinita belleza y tu perfección cuestionada por todos los astros.

Tony Hanks.